ARCHIENEMIGOS DE ROMA
«Archienemigos de Roma» es obra del escritor valenciano Gabriel Castelló, autor de las novelas históricas de la saga de los Naso, «Valentia», «Devotio» y «Princeps. El primer hombre de Roma».
«Archienemigos de Roma» es un conjunto de biografías sobre los mayores rivales a los que se enfrentaron los romanos a lo largo de la historia de la República y el Imperio Romano. El libro está estructurado en ocho capítulos, siguiendo un orden cronológico, desde el siglo IV a.C. hasta el siglo V d.C., bajo los siguientes epígrafes: I. Los primeros obstáculos (siglos IV-III a.C.). II. La gran guerra (siglos III-II a.C.). III. Dueños del Mare Internum (siglo II a.C.). IV. Los enemigos públicos (siglo I a.C.). V. Bárbaros irredentos (siglos I-II d.C.). VI. El limes se desmorona (siglos III-IV d.C.). VII. El último asalto (siglo V d.C.). VIII. Más allá del ocaso de Occidente.
En total, Gabriel Castelló nos presenta a cuarenta y tres personajes que pusieron en jaque a las legiones romanas en algún momento de la historia. Podéis ver en el cuadro adjunto la relación de los mismos. Pero, ¿cuál era el origen de todos ellos?
Europa, como es lógico, aporta la mayor parte de archienemigos. Cinco provienen de nuestra querida Hispania, el ibero Indíbil, el lusitano Viriato, el numantino Retógenes, el cántabro Corocotta y el sabino Quinto Sertorio que, aunque no sea oriundo de nuestra tierra, puso en jaque a las legiones romanas en territorio hispano, siendo además uno de los personajes que más hizo por la romanización de Hispania. De Britania proceden Carataco, la reina icena Boudica y el caledonio Calgaco. La Galia aporta al líder galo Brenno, el único que saqueó Roma hasta la llegada de Alarico…ocho siglos después, y a Vercingétorix, el caudillo que unió a los galos contra el invasor Julio César. De la propia Italia encontramos al samnita Gayo Poncio y al gran genio Arquímedes de Siracusa, así como al gladiador Espartaco que, aunque sea origen tracio, llevó el pánico por toda la península itálica. De Grecia tenemos a Pirro del Epiro, y a Filipo V de Macedonia. Los pueblos germánicos, situados más allá del Rin o el Danubio, siempre fueron un dolor de cabeza para las legiones romanas, por lo que no deja de ser normal que cuenten con varios personajes en este particular salón de la fama, Boiorix de los cimbrios, el querusco Arminio, artífice de la masacre de tres legiones en Teutoburgo, el godo Cniva, que fue el primero en derrotar y matar a un emperador romano en el campo de batalla (a Decio Trajano en Abrittus), el alamán Chonodomario, Fritigerno, el caudillo de los tervingios, verdugo de los romanos en Adrianópolis, el líder burgundio Gundahario, el godo Alarico, el vándalo Genserico y el hérulo Odoacro, primer rey bárbaro de Italia. Ah, tampoco nos podemos olvidar de Decébalo, el caudillo de la Dacia que se enfrentó al hispano Trajano, uno de los mejores emperadores que tuvo Roma.
El continente asiático también nos aporta una decena de líderes que trataron de poner freno a la expansión romana, como los judíos Simón Bar Giora y Simón Bar Kojba. El área del Ponto Euxino, el mar Negro, es el lugar de origen de Mitridates VI Eupator, uno de los enemigos más formidables que tuvo Roma, y uno de los personajes favoritos de nuestro escritor, y de Tigranes el Grande, el Basileos Basileon de la Gran Armenia. De Partia, el gran rival de Roma, eran Surena, el general artífice de la estruendosa derrota de siete legiones en Carrhae, Fraates el rey de reyes de Partia, y Sapor, el captor del emperador romano Valeriano. Por último, aparecen la reina palmireña Zenobia y Atila, el azote de Dios, proveniente de las estepas de Mongolia.
Finalmente llegamos al continente africano, la tierra de la gran Cartago, el archienemigo por excelencia de Roma entre los siglos III y II a.C. El primer personaje es el mercenario espartano Jantipo, que luchó para Cartago y aniquiló a los romanos en las riberas del río Bagradas. En el marco de la primera guerra púnica también encontramos a Amílcar Barca, el león de Cartago, y padre del siguiente «héroe» Anibal Barca, uno de los mayores estrategas militares de la Antigüedad, y que llevó el caos a Roma tras su espectacular victoria en Cannas, donde cayeron cerca de setenta mil romanos. También en el marco de las guerras púnicas aparece un último personaje, Asdrúbal el beotarca. Los tres últimos archienemigos, de origen africano, son el númida Yugurta, Tacfarinas y la archifamosa Cleopatra, reina de Egipto y amante de Julio César y Marco Antonio.
La lectura de «Archienemigos de Roma» es muy ágil y amena. Gabriel Castelló ha escrito un libro con un lenguaje muy coloquial pero con un contenido riguroso y serio que se puede leer tanto de seguido como por capítulos en función de los enemigos que más nos interesen. También son interesantes las indicaciones que nos ofrece Gabriel sobre las principales novelas históricas más representativas de estos personajes y tampoco puedo dejar de mencionar las excelentes viñetas que ilustran las biografías, obra de Xurxo Vázquez. Para mí, «Archienemigos de Roma» es un manual de referencia sobre los mayores enemigos de las legiones romanas, de obligada consulta cuando estoy leyendo algún libro o novela sobre estos grandes personajes de la historia.
ARCHIENEMIGOS DE ROMA (Gabriel Castelló)
Librum Tremens Editores (2015. Colección Book Sapiens)
ISBN: 978-84-15074-86-1