BALBO. LA MANO IZQUIERDA DE CÉSAR
«Balbo. La mano izquierda de César» es una novela del escritor madrileño León Arsenal, pseudónimo de José Antonio Álvarez Garrido (www.leonarsenal.com). La obra versa sobre uno de los más grandes personajes de la historia de Cádiz, Balbo el Mayor, que llegó a convertirse en el primer ciudadano romano de origen no latino que alcanzó el consulado.
La historia de «Balbo. La mano izquierda de César» transcurre entre Gades (Cádiz) y Roma, entre los años 61 a.C. y 58 a.C., en un tiempo en el que los cimientos de la República romana se tambalean en la pugna por el poder entre los optimates, defensores de la «pureza de la república» y los populares, con «hombres nuevos» como Pompeyo Magno o Julio César, que creían que el modelo vigente de la república llevaría al final de la propia Roma. En este complicado ambiente aparece la figura de Balbo, un acaudalado comerciante gaditano, que mantiene una buena relación con Pompeyo, Julio César o Craso. La aparición de Balbo en la escena romana propiciará, como si de un extraordinario pegamento se tratara, la unión de estos personajes, algunos de ellos enfrentados entre sí, como Craso y Pompeyo. El ambicioso Julio César, gracias a este pacto, conseguirá su primer consulado, momento que cubre esta novela.
Los primeros pasos de «Balbo. La mano izquierda de César» tienen lugar en el año 68 a.C. con un encuentro en Gades, en la isla de Kotinoussa, en el imponente Herakleion, entre Julio César y Balbo el Mayor, sufete y sacerdote del templo de Melkart, el Hércules fenicio. Es en este sagrado lugar donde César lloró porque, a su edad, Alejandro Magno, ya había logrado conquistar un gran imperio, y él aún no había logrado nada. Allí, un anciano adivino local le predice cuál será su destino, adueñarse con violencia de Roma.
Años después, en el 693 a.U.c., el 61 antes de nuestra era, nos encontramos en la Lusitania, donde César, como propretor de Hispania, busca un gran triunfo sobre las tribus locales que le permita volver a Roma, coronado por un gran éxito militar, que le abra las puertas del consulado. En esta misión, la presencia de Balbo como su praefectus fabrum, la mano derecha de César en el abastecimiento y la logística, hará que se estrechen los lazos de amistad entre ambos personajes. Si César anhela el consulado, Balbo busca alcanzar el rango de senador, conseguir magistraturas y lograr un peso en la política romana como el que él y su familia ostentan en Gades.
En «Balbo. La mano izquierda de César» nos encontramos inmersos en el mundo de la alta política romana de mediados del siglo I a.C., con un Senado dividido entre los boni, la facción más conservadora del Senado romano, liderada por su ideólogo, Marco Porcio Catón, defensor de las mores maiorum, las costumbres ancestrales romanas, y los que pensaban que la actual estructura de la República estaba condenada al fracaso. La «pureza» de los boni les impedía aceptar a personajes como Pompeyo Magno, natural de Piceno y no de Roma, y, por supuesto, a Balbo, un hispano al que muchos despreciaban además, por considerarlo de origen cartaginés. Julio César era uno de los principales enemigos de los boni por su ambición desmedida, se le veía como una persona capaz de destruir la República en pos de su beneficio personal. La novela nos refleja de un modo genuino los entresijos y artimañas de los políticos, como Catón para evitar que César logre acceder al consulado y, una vez en él, evitar la aplicación y supervivencia de sus políticas, y el propio César y sus seguidores para alcanzar sus fines.
Sin duda alguna, «Balbo. La mano izquierda de César» es una gran novela a través de la cual podemos conocer la relación entre dos extraordinarios personajes como son Balbo el Mayor y Julio César, con el trasfondo del tumultuoso final de la República y el acceso al consulado del Calvo. El final del libro nos permite entrever que habrá una segunda novela ambientada en las Galias, hecho corroborado por los comentarios del propio autor en su página web. Así pues, disfrutar la lectura de «Balbo. La mano izquierda de César», que la guerra de las Galias promete ser no menos apasionante.
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